viernes, noviembre 23, 2007

El lab

Numao-ken es el nombre con el que informalmente se conoce el laboratorio al que pertenezco. Es algo así como decir Numao-lab, siendo Numao el apellido de mi tutor y director del laboratorio. Oficialmente el laboratorio se llama "Architechture for Intelligence" y pertenece a la facultad de postgrado en Ciencias de la Información. Pueden buscar Numao en Google…

El laboratorio no está en el edificio de Ciencias de la Información. Nos encontramos en el edificio del Instituto de Investigación Científica e Industrial. Es un instituto dentro de Handai con el objetivo de generar avances científicos para llevarlos a la industria japonesa.



Cuando llegué el laboratorio estaba en el 5º piso del edificio principal, pero eso cambió a mediados del semestre pasado. Están remodelando esa porción del edificio principal, así que se mudaron. Digo "se" porque yo no ayudé en lo absoluto. Por esas fechas estaba más que atorrado con el curso intensivo de japonés. Actualmente estamos en el "edificio de Cobalto", un edificio adjunto donde se albergan laboratorios que tratan materiales radioactivos. Peligroso…




Aquí está el letrero temporal que indica que ud. ha llegado al Numao-kenkyûshitsu. En teoría esta estancia es mientras reacomodan el viejo sitio, uno pensaría que sería breve, pero vamos a estar aquí 2 años, es decir, hasta que termine mi maestría.



En nuestro laboratorio está prohibido entrar con zapatos, así que tenemos nuestro "geta-bako" (caja de zapatos) para residentes e inivitados. También se maneja un sistema interesante de presencia. Cada vez que llegas mueves en una tabla una pieza con tu nombre de modo que muestre un cuadro azul. Si alguien te tiene que contactar, en lugar de buscarte por todo el lab. para ver si estás o no, consulta la tabla primero y luego te busca. En especial las secretarias se apoyan mucho en esta tablita.




En el lab. tenemos nuestra propia biblioteca, a la que no le tome fotos porque son solamente libros. Tenemos una sala de reuniones/cocina. Ahí tenemos una neverita, el video-beam, pizarra, restos de una casa hecha con Lego® que se usó para una demostración de IA adaptativa, etc.





Tengo que reconocer que el laboratorio es algo atípico. Empezando por el hecho de que aquí todos somos consentidos en cuanto a hardware se refiere. El estándar del lab. es que todos los alumnos tengan dos monitores y máquinas suficientemente poderosas. Yo, por ejemplo, tengo Dual Core 3.6 GHz, 2 GB RAM, tarjeta nVidia, etc. Como estamos en Japón no le podía poner por nombre Petra Josefina a mi máquina. En cambio, me inspiré en el destructor de la Armada Imperidal de Japón Ayanami (claro…). Ayanami corre en ArchLinux.



Los profesores también están bien equipados. Por ejemplo, todos tienen un monitor gigante adicional.



Hay un profesor que no tiene PC sino MAC, y todo esto corre por cuenta del lab. Hay además laptops que le prestan a los estudiantes, pero parece que llegué tarde a la repartición en abril. Tanta generosidad no es la norma.

Otra cosa que es atípica de nuestro laboratorio es el hecho de que tenemos una especie de branch en el Instituo Tecnológico de Tôkyô (Tôkyô Tech, o Tôkôdai). Numao-ken empezó su existencia en Tôkôdai. Hace dos o tres años se le ofreció a Numao-sensei la posibilidad de venirse a investigar a Handai, y aceptó. Sin embargo, no iba a dejar abandonados a los estudiantes que ya tenía allá, así que aun coordina ciertas actividades en la universidad de la capital. Eso explica porqué viaja tanto a Tôkyô.

El laboratorio esta lleno de actividades investigativas, como debería ser. Todas las semanas tenemos dos reuniones de hora y media cada una. En una reunión alguien presenta algún paper nuevo de interés en el área; en la otra reunión se hacen presentaciones de los avances de las investigaciones de cada quien.

Es genial tener esas reuniones. Me puedo enterar de muchos desarrollos en la IA, y en áreas que no son las que manejo, como composición automatizada de piezas musicales o web-crawling. Lo único malo es que las exposiciones son en japonés, así que no entiendo el 100%. Tal vez algún día.

A mi me tocó realizar una de tales exposiciones. Como aun no empiezo mi investigación me tocaba presentar un paper, pero los profesores prefirieron que presentara lo que hice para mi tesis de grado y que expusiera las ideas que tengo sobre lo que quiero investigar.

Algunos de ustedes se acordaran de las características de los Procesos de Decisión de Markov, he aquí los mismos 7 puntos, pero en japonés…



En efecto, hice mi exposición en japonés. Esto fue para mi un gran paso, pues es la primera vez que hago una exposición en japonés sin aprendermela de caletre. Fue más bien una charla guiada por las láminas. Fue gracioso cuando los demás compañeros del laboratorio vieron las láminas "¿Qué? ¡wow, tienen kanji!".

Aparte de atender a las reuniones he creado mi propio grupo de lectura. En estos momentos estoy leyendo un libro que es considerado como una de las mejores introducciones al tema de aprendizaje por reforzamiento ("Reinforcement Learning, an Introduction", Sutton, Barto. MIT Press, 1999). Hay otros 3 alumnos que están interesados en leerse el libro, así que semanalmente nos leemos un capítulo por nuestras cuentas y nos reunimos para aclarar dudas. Lo de discutir no está fácil. Muchas veces me toca explicar algo a mi y estoy seguro de que mis explicaciones en japonés no son muy claras, hay veces en que simplemente no tengo el vocabulario técnico y entretejo inglés en mis oraciones. Dato engrish-esco misceláneo: "algoritmo" se dice "arugorizumu" en japonés, importado del inglés "algorithm".

Los profesores viajan mucho. A cada rato tienen una conferencia en ultramar, o en Tôkyô. Cada vez que salen de viaje traen un souvenir, o como se le llama aquí, omiyage. Es muy tradicional de la cultura japonesa traer unos dulces de la región que se visita. Siempre se colocan en la mesa de reuniones.



Cuando llegué en abril también traje omiyage, pero no comestible. Traje un libro de fotos de Venezuela, una daga indígena y un trompo de madera (gracias Hansi). La daga la tienen colgada en la pared de la sala de reuniones, sólo para darle un toque macabro al ambiente. El trompo lo conseguí botado en una de las cajas de la mudanza… me lo llevé a mi cubículo y ahora a veces juego con él en el pasillito.




El reloj que está al lado de mi daga se puede ajustar por control remoto. ¡Ah! si yo tuviera ese control en las reuniones aburridas… "¡caramba, ya son las 2:30! qué rápido pasa el tiempo, ¿no?"

Por supuesto, además de la investigación tenemos otras actividades. Por ejemplo, está la pasantía. Parece increíble que en un curso de maestría haya que hacer obligatoriamente una pasantía, pero es así. Me da orgullo poder decir que los pasantes de nuestro lab. este verano fueron a trabajar a compañías como Sony y Panasonic. El muchacho que fue a Sony hizo experimentos con un framework que allá estan desarrollando para tener widgets en televisores.

También tenemos deportes. El semestre pasado sacaron un equipo de futbolito para una liga del Instituto y/o Ciencias Informáticas. No, no participé, estaba en el intensivo… (ahora que me doy cuenta, el intensivo era todo lo que hacía el semestre pasado). Este semestre tuvimos una participación en un torneo de tenis, creo que ganamos segundo o tercer lugar.

La gente del lab. es genial. Los estudiantes son casi todos muy relajados y echadores de broma. Hay uno por ahí que es super-serio, aunque el hecho de que está terminando la tesis para defenderla pronto también influye.




Todos los estudiantes compartimos una gran habitación divida en cubículos.







En el pasado, la cultura japonesa dictaba que todo grupo de personas que trabaja junta debería estar en una única habitación, sin divisiones, para estrechar los lazos del grupo. Eso ha cambiado. Ahora los japoneses le dan valor a su privacidad, hasta el punto de cerrar cualquier espacio que permita a los demás verlos mientras trabajan.



Como en todos los grupos hay unos más aplicados que otros. La mayoría tiene trabajos de medio tiempo en alguna tiendita, los más suertudos trabajan haciendo cosas computistas. Hay un muchacho que tiene una resistencia increíble. Tenía que cumplir con una fecha límite de un proyecto, y tenía muchísimas cosas por terminar, el muchacho no durmió en 3 días para terminar. Conozco en Venezuela ciertas amigas que tal vez ya hayan estado ese tiempo sin dormir, pero que va, yo no logro eso ni remotamente.

Los profesores tienen otra habitación para ellos. Allí tenemos nuestra propia impresora de posters. Muy conveniente para las presentaciones.



Y es que hay muchas presentaciones que requieren posters. Anualmente hay varias exhibiciones organizadas por la facultad de cs. de la información donde los estudianets deben presentar sus avances o sus propuestas, y todos llevan sus posters impresos en casa.

Hubo una de esas presentaciones recientemente, sólo que en lugar de posters se daba una exposición con láminas. Los participantes tenían un límite de tiempo de 5 minutos cada uno + tiempo de preguntas. Un estudiante no supo, o no quiso, organizar bien su tiempo, sólo presentó el background del problema y concluyó su presentación diciendo que no tenía tiempo de explicar lo demás (implementación, resultados, conclusiones, etc.), "si alguien tiene alguna pregunta…", dijo el muchacho.

Desde el público un exacerbado profesor le respondió casi gritando, "¿preguntas sobre qué? ¿sobre qué experimentos, de cuáles resultados?".

El alumno sólo insistió que tuvo muy poco tiempo.

"¡¡¡Si te hubieras organizado para que se entendiera!!!"

El alumno respondió que era imposible en 5 minutos.

"¡¡Que no es imposible!!" y así siguió un poquito más el regaño público. Es la primera vez que veo a un japonés tan irritado.

El lab. tiene reuniones extra-académicas. Aparte del "gasshuku" en verano hay uno en invierno, pero ese no tiene el componente de exposiciones, es solamente ir a divertirse en Nagano, esquiando y snowboardeando. También tenemos "fiestas". Recuerden que el concepto de fiesta en Japón es comer y tomar, no bailar.

Para mi arrivo de abril recordarán que llegué un día después de lo planeado gracias a la ineptitud de la agencia de viajes en Caracas. El día que no llegué hubo una parrillada para darme la bienvenida. Como no fui ellos consideraban que aun me debían esa fiesta. Este semestre llegó un nuevo estudiante internacional (chino-americano), y mataron dos pájaros de un solo tiro.

Fuímos a un "izakaya" bastante elegante no muy lejos de la universidad.




La escencia de la fiesta era beber. Tuve que brindar al principio con cerveza japonesa, pero ya después era libre de tomar lo que quisiera (y gratis ;). Me fui por el destornillador, los profesores se turbaron porque yo había pedido lo que ellos creían era jugo de naranja…

Me parece que mi laboratorio es genial. Los profesores están muy abocados a la investigación, además de que siempre pueden sacar un par de minutos para explicarme algo o corregir mi japonés. Ya estoy interactuando mejor con el grupo, ¡si hasta a veces bromeo en japonés! Lo unico malo es que somos alrededor de 20 estudiantes, casi todos con nombres japoneses difíciles de asociar… pero al menos me sé los nombres de mis vecinos de cubículo y de mi grupo de lectura… ¡Ah! y el del muchacho que organiza las salidas divertidas…