lunes, julio 30, 2007

Fui al Kongô en Tanabata

El día 7 del mes 7 se celebra en Japón el festival de Tanabata. En algunas traducciones que se podía ver en al universidad en inglés lo llaman "Star Festival".

En el cielo de la noche, una vez al año, hay dos estrellas que se encuentran ese día (Vega y Altair). La leyenda cuenta, o al menos como me la contaron a mi, que la princesa Orihime se dedicaba todos los días a tejer ropa para su padre. Ella estaba muy triste porque no tenía tiempo para encontrar el amor, pues todo lo que hacía era tejer. Sin embargo un día vió que del otro lado del río vivía un pastor, él se llamaba Hikoboshi. Una vez que se reunieron fue amor a primera vista y se casaron. Debido a la vida conyugal Orihime no tejía más para su padre y Hikoboshi había descuidado su rebaño. Molesto porque su hija no le tejía más ropa el padre de Orihime la separo de Hikoboshi y se la trajo de nuevo a su lado del río. Ahora Orihime teje todos los días para su padre, pero una vez al año su padre le permite reunirse con su amado cruzando el río que los separa, es decir, la Vía Láctea. Tanabata surge como celebración por la unión de estas dos estrellas.

Contrario a lo que nos hacen pensar ciertos anime (e.g. Rurouni Kenshin) Tanabata no es el día más romántico del año. Tal vez lo fue en el shogunato de los Tokugawa, pero al menos en la modernidad el título del día para los enamorados se lo lleva el 14 de febrero con el importado día de San Valentín.

El 7 de julio se llevan a cabo actividades muy particulares. En primer lugar, desde días antes de Tanabata, adornan bambúes con papeles donde hay escritos deseos. Simplemente los atan a alguna ramita del bambú. En ciertos lugares, como aquí en Ôsaka, agregan más decoraciones, origami de animalitos y cosas por el estilo. La idea que
me vino a la mente al ver el bambú adornado era de un árbol navideño chino…

En la celebración que tuvimos en el IRIS ("Information Room for International Students", sitio donde pasamos nuetros recesos aquellos que estamos en el curso intensivo de japonés) sirvieron de plato principale "Floating somen", comida que se sirve sólo en Tanabata. Floating = flotante (!), somen = tipo de tallarín japonés a base de trigo que se sirve frío en vernano porque así es más refrescante. Construyeron un parapeto con cortes de bambú, en un extremo ataron una manguera y al final del otro colocaron un perol.




Así se sirve el Floating Somen: abres el grifo de la manguera, eso crea una especie de cascada artificial que corre por los segmentos de bambú; cascada arriba tienes unas amables colaboradoras del IRIS tomando con palitos chinos el somen frío y colocándolo en la corriente; a ambos lados de la corriente colocas muchas gente con
hambre y palitos chinos; a cada comensal le das un vaso con salsa de soya, ajonjolí y cebolla china picada; como puedan los comensales deben rescatar el somen que pasa volando por la cascada, mojarlo en la soya y comerlo ;-)





Aprendí que río abajo es una mala posición, llega escaso somen. A veces llegan unas pobres tiritas.

Había otro plato que se llama sushi, pero no es el sushi que todos comen en occidente. Para mi fue una versión no-roll, no-nigiri del sushi. En una gran perola se sirve arroz con vinagre al que se le agrega huevo, tiras de alga seca y no me acuerdo que vegetal o
pescado. Era como comer un sushi normal sólo que desarmado.



De postre hay patilla. Pero como cortar la patilla es algo muy aburrido jugamos piñata con la misma. Es una tradición. El sistema es igual al de la piñata, le vedan los ojos alguien, le dan vueltas, lo armas con un palo, esa persona debe darle un golpe con el palo a la patilla, una vez partida se corta en pequeños pedazos y se sirve.



¡Ja! Siempre dicen que jugar con la comida es mala educación pero aquí es toda una cultura. Muy divertido.

Todo esto aconteció el viernes 6 de julio, nadie iba a subir el verdadero día de Tanabata a la universidad. Pero mi familia anfitriona tenía planes para mi, subir el Kongô. Lo de la familia anfitriona es un programa que existe al menos en Handai donde a cada becario se le asigna una familia voluntaria japonesa para que compartan algunas salidas y así el estudiante se integré y conozca más de la cultura de aquí. Fui al Kongô con el padre de mi familia anfitriona, Mazda-san (Matsuda), mismo apellido que el fundador de la compañía de automóviles, pero sin parentesco.

Empecé mi viaje a las 7:00 tomando un monoriel hasta Senri-chûô ("el mero centro" de Senri), tomar el tren hasta Namba, cambiarme a la línea Nan-kai ("Mar del Sur" leen los kanji que componen el nombre, pero en un principio pensé que significaba "Muchas veces" pues la pronunciación es igual). Ahí tuve tiempo para una foto de la estación mientras llegaba el expreso que tenía que tomar, para llegar a no-me-acuerdo donde tomaría el autobus con Mazda-san hasta
el Kongô…



Luego del viajecito ya estaba cansado y no había empezado a escalar.

El monte Kongô tiene una altura de 1.125 mts. sobre el nivel del mar. Queda hacia el sureste de la prefectura de Ôsaka y parte de sus cimas forman la división con la prefectura de Nara. Además de Mazda-san vinieron compañeros retirados de la misma compañía donde él trabajó.

Empezamos a una altura de alrededor de 500 mts. sobre el nivel del mar. Al principio estaba lloviznando, así que no hay fotos. El principio tenía un paisaje muy relajante, un par de arroyos convergían cerca del punto de partida, no había carros ni ruído, a nuestro lado se levantaban altos árboles Sugi y todo estaba rodeado por una profunda neblina. Era el paraje perfecto para que en la antigüedad hubieran ninjas.

La mayor parte del camino era muy similar, árboles. A veces había sitios donde en lugar de tierra había barro gracias a la lluvia. Uno de los sitios más interesantes era la sierra que dividía Ôsaka de Nara. El bosque de Sugi se detenía justo antes de la frontera, formando una lína perfecta, como si no quiesieran llegar a Nara. Del lado de Nara solamente había paja.

A lo largo del camino había pequeños altares a personas que se consideran santos versión shintoísta o budista.



Sin embargo, y nadie me supo explicar porqué, había un altar a Kamen Rider (Masked Rider en occidente).



Más arriba llegamos al templo y cementerio de lo que alguna vez fue de la familia samurai Katsuragi. Por ser Tanabata en el templo se celebraba una quema de ramas a la par de cantos shintoístas. Realmente que los cantos son lo más interesante. Es más, si es posible, no vean el video, sólo escúchenlo, porque en verdad que es uno de los primero videos que tomo y quedó terrible.





No mucho después del templo estaba la tan anhelada cima, anhelada desde las 9:30. El señor que sostiena la gorra anaranjada en su mano es Mazda-san.



En días con buen tiempo se puede ver Ôsaka, pero ese día, como dije antes, estaba todo muy neblinoso y nublado. Justo detrás de esa montaña se debería ver la ciudad.



La bajada fue mucho peor que la subida. Deben haber sido como 10.000 escalones, o eso parecía, bajamos durante casi una hora. Estuvo igual de neblinoso que la subida, pero sin lluvia.





Y para cerrar con broche de oro la escalada al Kongô en Tanabata Mazda-san me invitõ a comer con sus amigos en una taberna local. Tiritas fritas de pescado, cochino en cortes cuadrados, calamar frito, y otras delicias originales de la zona.

(notas: las fotos del somen las tomé con el celular, pero estaba seteado en tamaño pequeño…)

martes, julio 03, 2007

Gadgets

Mi primera compra electrónica en Japón fue el Nintendo DS junto con el "software" de diccionario de kanji y de japonés. No fue fácil. El NDS está agotado en Japón. Se vende más rápido de lo que lo pueden producir. Tan es así que en momentos de desesperación por su escasez algunos varones japoneses se compran los de color rosa o "baby-blue" porque es el que queda… me consta.

Cada vez que llega una remesa de NDS (o para los efectos, de Wii) se hace una fila en las puertas de las tiendas. Yo estuve en una de esas filas. Fue la primira fila que hago para comprar un videojuego, ¡es algo tan japonés! Una amiga tuvo la amabilidad de empezar a hacer la fila por mí en la mañanita pues ella de las que se levanta muy temprano y yo no. De esta forma quedé de tercero en la fila. Me pareció tan ordenado por parte del local que colocara instrucciones en el centro comercial de por dónde entrar y por dónde hacer la fila. Cuando faltaba poco para abrir las puertas repartieron tickets válidos por las cónsolas de modo de evitar que la gente corriera, no fuera a salir lastimado uno de los "pequeños honorables clientes" (niños).

Actualmente poseo más juegos de los que tengo tiempo para jugar. El diccionario sigue siengo el más utilizado por mí, y en segundo lugar un juego para aprender kanji. En un lejano tercero está Mario Kart DS, a veces en los recreos juego con los brasileros, quienes se compraron cada uno un NDS también.

La siguiente necesidad básica que tenía que ser cubierta era internet. En la residencia sólo se puede contratar a una compañía como proveedor de internet, aparentemente es la única que da servicio en el área y el cableado del edificio de todas formas no permite que otra sea utilizada. El proceso fue lento, realmente. Por lo bajito me tomó un mes en tener el modem. Estas son las cosas que uno no esperaría que pasaran en Japón. Dado que la compañía tiene un monopolio en la zona no deben prestar atención a la velocidad con la que atienden a sus clientes. ¿Qué bueno los monopolios no?

Mientras esperaba por obtener mi conexión de internet me dediqué a buscar mi futura laptop. Al principio no quería gastar mucho. Además, pensé que podría conseguir algo bueno y económico dado que varias personas me habían dicho que había laptops baratas que eran de marcas poco conocidas. En verdad sí conseguí unas muy baratas, pero nada que pueda satisfacer las necesidades de un computista. Sé que tarde o temprano voy a terminar corriendo código de Inteligencia Artificial en mi laptop y necesito algo rudo, aunque sea para las instancias fáciles de los problemas.

Poco a poco lo que quería para mi laptop iba subiendo en exigencia. Luego de estudiar máquinas de Dell, HP, Apple, Toshiba, una marca japonesa que no me acuerdo, otra igual, otra igual, me decidí por una "Prime" Custom PC. Correcto, marca pequeña. No conseguí una laptop igual o más poderosa por un menor precio. Esto es lo que obtuve:


  • Core 2 Duo, 2.16 GHz, 4MB de Cache

  • 2GB de RAM

  • tarjeta nVidia GeForce Go 7600

  • 160 GB de disco duro

  • Pantalla de 15''

  • Quemador de DVD

  • Camarita web, micrófono, tarjeta wireless a/b/g built-in

  • Teclado en japonés

  • Lector de huella dactilar… ?

  • Peso < 3 Kgs.

  • Garantía: tres años, y la vienen a buscar a mi puerta.

  • Sistema Operativo: ninguno



Le instalé Ubuntu Linux, varias personas me lo han recomendado. So far, so good. Tengo un plan de instalarle en paralelo Arch Linux, pero está en stand-by hasta que tenga tiempo de ejecutarlo. ¿Por qué no instalé Gentoo Linux? Quiero probar nuevas distros, no tengo tiempo para instalar Gentoo, no tengo tiempo de pelear con emerge.

Voilà.




Como no puedo convivir con el touchpad de la laptop me compré un mouse wireless muy fancy. Lo mejor es que el conector USB que tiene se guarda en el mismo mouse y sale eyectado al presionar un botón, es el mouse más divertido que haya utilizado.




Como no tampoco puedo convivir con las pseudo cornetas de la laptop me compré un par de cornetas avanzadas. Algo mejor y tendría sorround 5.1.



Según la subcultara del estudiante extranjero en Japón aquí no eres nadie si no tienes celular y tarjeta de presentación. Por lo pronto ya remedié lo primero. Los amigos de la residencia, en vista de mi situación de incomunicación, me llevaron a un sitio donde estaban las 3 compañías más grandes de celulares de Japón, así pude ver toooodo lo que ofrecían y me fuí por un paquere de "AU by KDDI" (ese es el nombre de la compañía). El paquete incluía un súper celular marca Casio que me costó (JPY) ¥ 1. Mi súper celular es algo así: la pantalla es a full color (de cajón), tengo una cuenta de email tal que recibo los correos en el mismo celular, acceso a internet, GPS, radio FM, camara digital de 5 megapixels, lector de código de barras y televisión.



Por cierto, aquí por lo visto no se usa más SMS, todo el mundo prefiere utilizar los emails del celular. Hay algo parecido a SMS, llamado c-mail, pero sólo sirve entre celulares de la misma compañía… esto va para Daniela: ¡túquiti!

Aquí en Japón eso de "dime tu número" no se usa. Ahora todo el mundo intercambia su información de contacto por los puertos infrarojos de los celulares. ¿Pero para qué enviar sólo el numero de celular? enviémos también nuestra posición GPS, hobbies y tipo de sangre.

A mi súper celular se le puede girar la pantalla para que sea más cómo ver la televisión, o usar el GPS en la calle, o tomar fotos.







El teclado del celular también está en japonés. Al igual que las computadoras utiliza un sistema para transformar la palabra escrita con los silabarios al kanji adecuado. Además, la autocompletación es realmente inteligente. Si estoy terminando un mensaje, me sugiere colocar todas las palabras de cortesía unas tras otras. Las más de las veces logra comprender cuando estás cerca del final de una oración y te propone partículas de cierre de oración como "ne" (pedir aprobación del interlocutor), "yo" (recalcar una información), etc. En cambio, escribir un mensaje utilizando letras occidentales (Roma-ji) no es nada cómodo. No ocurre un cambio de posición del cursor con el tiempo, no hay un tecla para los espacios sino que se debe correr el cursor, no hay autocompletación, etc.



Una vez cubierto internet, laptop, celular, hay que seguir escalando en los niveles de tecnología y así llegamos hasta el televisor, nuevo de paquete, pantalla plana, LCD, 15'', sólo por (USD)$ 240. En principio me iba a comprar algo como 17'' CRT, pero la gavete se me asinaba.



Cómo hace uno para conseguir un televisor tan barato? En Japón van a cambiar el sistema de televisión de analógico a digital en el 2011. Todos los televisores analógicos no van a servir a partir de eso año. En consecuencia, nadie está comprando esos televisores y todas las tiendas quieren salir de ellos. Probablemente en el 2011 Filipinas y Brasil reciban una remesa de televisores analógicos, de verdad para ser que la basura de Japón la compran estos países.

Hasta el momento he logrado sacar espacio para cada cosa. La laptop la mantengo en la gaveta del escritorio por paranoia con los terremotos. No me gustaría que algo le cayera encima, o que saliera volando por los aires. Lo demás va en una repisa.



Ahora sólo me faltan dos cosas: el Nintendo Wii y tiempo.