sábado, agosto 09, 2014

Fushimi Inari Taisha

Tengo mucho tiempo sin escribir. Ahora que tengo un poco más de tiempo en mis manos me gustaría contarles las aventuras que he tenido en estos últimos años de ausencia. Voy a empezar por una aventura de mayo de dos primaveras atrás.

Fushimi Inari Taisha es un conjunto de altares shintoístas que siempre me ha llamado la atención. Es un camino de aproximadamente 4 kilómetros por la montaña Fushimi, en Kyōto, y todo el recorrido está marcado por torii y altares. En este conjunto de altares se adora a Inari, un dios del shintoísmo. Taisha significa gran altar.

No había ido antes pues esperaba por una ocasión especial. Me pareció que la visita de mis hermanos a Japón era una ocasión que ameritaba ir a este altar, y así lo hicimos. Pero nuestro itinerario era más ambicioso que realista y terminamos llegando a Fushimi Inari Taisha en la noche. No pudimos explorar los miles de torii, a pesar de que nos tentaban con adentrarnos en la oscuridad de la naturaleza.

Luego de esa ocasión no volví más.

Ahora que con novia tenía una ocasión especial para volver. ¿Qué tal una cita de excursión?





En el complejo se realizan muchas formas de oraciones y ofrendas. Por ejemplo, uno puede hacer una ofrenda a través de comprar una tablita de madera al templo. Luego, uno escribe sus deseos y la ata junto con las demás.



Una de las características del Fushimi Inari Taisha son los miles de torii que guían el camino. Los torii son portales que indican que lo que está al otro lado es sagrado. La entrada de todos los templos shintoístas está marcada por un torii.

El dios Inari es patrón de multitud de intenciones. Una de ellas es la riqueza. Los torii que adornan el camino son ofrendas hechas por grandes y exitosas empresas en gratitud a Inari por su protección. En el frente de cada torii está escrito 奉納 (hōnō) que quiere decir "ofrenda". En la parte de atrás está escrita la compañía que lo donó y la fecha. Me puse a revisar el revés de varios torii a ver si veía uno que dijera 任天堂 (Nintendō). Ellos tiene sus cuarteles generales en Kyōto, y no se puede decir que no tengan éxito. Imaginé que donarían uno, pero si es así no tuve la suerte de encontrarlo.









Hay torii de diferentes precios y tamaños. Si no puedes comprar uno de los grandes de $10.000 puedes optar por el modelo compacto.





La otra característica de Fushimi Inari Taisha es la gran cantidad de estatuas de zorros. Los zorros son símbolos de Inari.

Originalmente, Inari era el dios de las cosechas. O sea, el dios del arroz. Uno de los peores enemigos del arroz es la rata. Uno de los peores enemigos de la rata es el zorro. Por eso de que el enemigo de mi enemigo es mi amigo, los zorros fueron adorados por los campesinos. Ver un zorro en tu sembradío era algo bueno. El zorro te protege a ti. Protege tu cosecha. El zorro se convirtió en el emisario de Inari.

Los zorros van por lo general en parejas, según entiendo, para expresar la dualidad hombre/mujer de Inari. También se les ve con una llave en la boca, que es la llave del granero de arroz. A veces llevan espigas de arroz en la boca o algún otro objeto. No hay forma definida de lo que debe llevar un zorro de Inari.









Una de las ventajas de ser extranjero en Japón es que poquísimas personas hablan idiomas extranjeros. Eso le da a uno privacidad en público. Uno puede conversar de cualquier tema privado con la certeza de que nadie te entiende, o si acaso sólo una persona.

A pesar de tener el privilegio de la privacidad en público, algunas veces nos desviamos del sendero principal. A pesar de la privacidad pública, uno quiere sentir que está en privado. Caminamos por unas rutas entre árboles y conseguimos flores que le gustaron a Joy.





Caminamos bastante. Lamentablemente, no exploramos todo el camino. Hay varias rutas que se bifurcan, rutas que dan una vuelta hacia atrás, etc. Ya a mitad de la tarde yo no tenía energías, y todavía hacia falta regresar a donde partimos. ¡Qué mala impresión para una de las primeras citas!

Fue un día excelente. Logré conocer a Joy un poco más. Me alegra que a ella le guste la naturaleza tanto como a mí. Al final de día estábamos tristes porque se acabó nuestra cita-excursión.



En flickr pueden ver las fotos anteriores con más detalles y ver fotos adicionales.